El mar me habló de su grandeza, de su fuerza y de su inmensidad...Yo le hablé de Honduras, de su Pueblo y de sus Instituciones y se sintió pequeño...

(Parafraso del Poema de Jorge Sarabia)


lunes, 20 de julio de 2009

Estatuillas Coleccionables Edicion Cosntituyente 2009!!!!

“Mel” pretendía erigirse en un “prócer”

La idea del derrocado presidente de cambiar la Constitución se había convertido en una obsesión patológica, propia de un dictador, según los críticos

Tegucigalpa, Honduras. Funcionarios del gobierno mostraron ayer una estatua y un busto que el ex presidente Manuel Zelaya Rosales mandó a esculpir y que se encontraban almacenadas en una bodega de la Casa Presidencial.

La estatua, en la que aparece Zelaya con una mano alzada, fue esculpida por el mismo autor de las esculturas de los próceres de la independencia que se encuentran en el jardín del palacio presidencial.

Según el periodista Rodney Moncada, asesor de prensa del gobierno, al parecer el depuesto presidente pretendía unirse a la alegoría de los independentistas hondureños del siglo XIX, colocando su estatua en medio de las del general José Trinidad Cabañas y de Francisco Morazán, y atrás de las de Dionisio de Herrera y José Cecilio del Valle, que aparecen sentados en una banca.

Sobre esta inusual actitud de un gobernante, el siquiatra Javier Uclés comentó que deja en evidencia que Zelaya padece de megalomanía, una enfermedad que se define en psiquiatría como la “sobreestimación delirante de las propias capacidades; delirio de grandeza; convicción irracional de la propia riqueza, fama o poder”.

Por su parte, el analista político Raúl Pineda considera que este tipo de simbología son características de los dictadores. Saddam Hussein se mandó a erigir una estatua gigantesca.

Según Pineda Alvarado, el ex presidente Zelaya “refleja un trastorno de personalidad conocido como megalomanía, que determina esa creencia de considerarse excepcionalmente importante y con derecho a gobernar no solo en el entorno inmediato sino que a perpetuidad”. Pineda Alvarado comentó que Zelaya “necesita con desesperación una ayuda siquiátrica”.

Los voceros de Casa de Gobierno informaron también que Zelaya tenía presupuestado 3.5 millones de dólares para construir frente al palacio de gobierno la plaza La Libertad, en la que estarían colocados los bustos de los demás presidentes que integran la Alternativa Bolivariana para los pueblos de América (Alba) además del suyo.

* Trastorno: La megalomanía no es una enfermedad por sí misma mientras no alcance el nivel de delirio, de obsesión, de carácter claramente patológico.

Elheraldo.hn

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