El mar me habló de su grandeza, de su fuerza y de su inmensidad...Yo le hablé de Honduras, de su Pueblo y de sus Instituciones y se sintió pequeño...

(Parafraso del Poema de Jorge Sarabia)


domingo, 26 de noviembre de 2017

La mano del muerto ♠️♥️♣️♦️

Existe en el mundo de las cartas una jugada o mano que es hasta el día de hoy temida por los jugadores puesto que se le considera de muy mala suerte, esta mano consiste en A ♠️ , 8 ♠️, A ♣️ y 8 ♣️, con una carta adicional que no hace efecto ante las otras cuatro juntas.

A esta jugada se le llama La Mano del Muerto, para comprender su significado tenemos que viajar en el tiempo, allá en esa época en la que los vaqueros en el oeste vivían gracias a su audacia y su suerte, Wild Bill Hickok no era la excepción, al igual que los demás su suerte era protagonista de su vida y todo cambio cuando esta le abandonó.

El juego de cartas era algo básico en la vida de un vaquero, le ayudaba a generar ingresos a través de las apuestas, y puesto que las armas y el alcohol no son buena combinación por si sola hay que agregarle la molestia de perder dinero, el resultado es el que piensan, muchos muertos, ya fuera el ganador asesinado por el perdedor o el mismo perdedor abatido en el intento.

Es por ello que el vaquero de mejor racha se ubicada de manera que su asiento le permitirá ver a todos los presentes, de esa manera podría anticipar los movimientos de los jugadores a quienes ya había limpiado y que entre mas bebían mas odio acumulaban. 

Wild Bill en esta ocasión no pudo colocarse en el lugar mas conveniente, por lo tanto no pudo anticipar lo que la suerte le tenia preparado.

Uno de los perdedores salió del bar y abrió la puerta que estaba justo detrás de Wild Bill y lo asesinó con un balazo limpio en la nuca, al caer muerto sobre la mesa dejó ver sus cartas, y esta de mas decir que eran A ♠️ , 8 ♠️, A ♣️ y 8 ♣️ , gracias a esto se le llamó La Mano del Muerto, y los jugadores mas supersticiosos prefieren perder la partida aun cuando saben que esta mano les dará la victoria...no dan oportunidad a la suerte de abandonarles.

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