El mar me habló de su grandeza, de su fuerza y de su inmensidad...Yo le hablé de Honduras, de su Pueblo y de sus Instituciones y se sintió pequeño...

(Parafraso del Poema de Jorge Sarabia)


jueves, 17 de enero de 2019

Polemica por estatua de un demonio sonriente en Segovia

La escultura es obra de José Antonio
Abella y fue donada por José Luis 
Herrero de Andrés.
Una controversia de proporciones bíblicas ha provocado la colocación de una estatua de un demonio con un teléfono celular en el Acueducto de Segovia.

La polémica se ha levantado luego de que vecinos declararan que la imagen del demonio iba en contra de las costumbres religiosas del lugar, otros por su parte dejando eso de lado dijeron que simplemente era fea estéticamente y daba mala imagen al lugar.

Desde el principio la Alcaldesa de la ciudad, Claudia Luquero, defendió la colocación de la estatua que fue elaborada por José Antonio Abella como una donación del empresario José Luis Herrero de Andrés.

La Alcaldesa declaró que el Ayuntamiento tenia la autoridad para aceptar esta donación y lamenta la polémica de esta pieza.

De momento se ha detenido la colocación de esta pieza puesto que se abrió un caso judicial para determinar como se procederá. Mientras las autoridades defienden a la figura del demonio sonriente y su "guiño a la historia" los grupos religiosos reúnen firmas para rechazar esta donación.

Con la estatua del demonio que en varios lugares del mundo se ha señalado como muy sonriente y jovial se buscaba dar un guiño a la leyenda del Acueducto de Segovia.


La leyenda del Acueducto de Segovia


Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo no existía en Segovia la manera para abastecer de agua potable a sus pobladores, por lo que los mismos debían realizar largos recorridos para obtener el vital liquido.

Una joven, entre tantas que día a día movían la pesada carga se cansó y sin esperar respuesta alguna exclamó: “Daría lo que fuera porque el agua llegara sola a las puertas de la ciudad para no tener que volver nunca a recorrer este camino”. 

Para su sorpresa un hombre le respondió con una pregunta:“¿Estás segura de que darías cualquier cosa a cambio de que el agua llegara a las puertas de tu ciudad?”.

La mujer se asustó ante esta misteriosa voz pero respondió que si pensado que le pediría alguna de sus pertenencias a cambio.

El misterioso hombre le dice que pide su alma a cambio de que el agua llegue sola hasta las puertas de su ciudad, la mujer tal vez sin creer en la veracidad de la oferta acepta y nota una extraña y macabra sonrisa en su interlocutor.

Acueducto de Segovia - Fotografía ABC.es
La mujer le dice que entregará su alma siempre y cuando lo ofrecido este listo antes de caer la mañana, tras aceptar los términos se dan un apretón de manos y el hombre desaparece frente a los ojos de la joven.

La mujer no pudo dormir esa noche pensando en lo que le había sucedido esa mañana.

Se levantó de su cama para caminar un poco y encontró al mismo hombre envuelto en llamas y dando ordenes a cientos de diablos que construían una estructura que serviría para transportar el agua a la ciudad.

La mujer angustiada al ver que la obra estaba casi terminada comenzó a rezar mientras que los demonios bailaban ante la inminente victoria, sin embargo antes de colocar la ultima piedra el primer rayo de sol atravesó uno de los arcos de la construcción.

Tras este macabro hecho la chica corrió a confesarse y el sacerdote reunió al pueblo para que todos juntos colocaran la ultima piedra de la construcción que les hizo el diablo, esa que actualmente se conoce como el Acueducto de Segovia.




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