La Isla de las Muñecas se ha convertido en un atractivo turístico de Xochimilco por su extraña atmosfera y las leyendas que se encierran en ese lugar. Se cree que las muñecas que se encuentran colgadas en los arboles fueron colocadas por el propietario de la isla para ahuyentar el espíritu de una niña que falleció en ese lugar.
Propiedad originalmente de Julián Santillana Barrera, la Isla de las Muñecas es una isla artificial ubicada en la laguna de Teshuilo al sur de la Ciudad de México. Adquirió su nombre en 1950 cuando Santillana comenzó a colocar las muñecas en los arboles de la chinampa.
La historia cuenta que don Julián comenzó a colocar los juguetes como una protección ante los espíritus puesto que era muy creyente y supersticioso.
Se cuenta que una joven murió ahogada en la laguna y su cadaver fue encontrado entre unos lirios en la chinampa de Santana, desde entonces comenzaron a suceder cosas extrañas en el lugar, y fue así que comenzó a colocar los macabros amuletos de protección en diferentes puntos.
Pasaba el tiempo y don Julian, mas que por creencia por costumbre, siguió colocando las muñecas que encontraba en la basura colgadas en los arboles. A finales de la década de los 80's este lugar comenzó a llamar la atención, sobre todo de jóvenes que con curiosidad se acercaban para ver de cerca el macabro panorama dentro de la isla.
Don Julian comenzó a abrir sus puertas para que algunos visitantes curiosos pudiesen ingresar y conocer todo el lugar y se convirtió en costumbre agradecer colgando una muñeca en cualquier lugar de la isla.
En ese entonces se comenzó a notar el valor turístico del lugar y se le dio el mantenimiento adecuado.
Desde entonces la chinampa de don Julian se convirtió en una parada obligatoria para los turistas que visitan la Ciudad de México y un punto clave para la investigación sobrenatural, puesto que los relatos de la aparición que originó la tradición de las muñecas permanece.
Para acceder al lugar se debe contratar un remero, sin embargo hay muchos que se rehúsan a navegar hasta la isla pues están conscientes de las historias que se cuentan o simplemente les da miedo la apariencia del lugar.
Además de las muñecas en los arboles se encuentra una casa con tres habitaciones que funcionan como museo, en uno de los cuartos se encuentran archivos históricos del lugar, la primera muñeca que encontró don Julian y su muñeca favorita llamada Agustinita.
En 2001 falleció don Julian Santana Barrera, pero persiste la leyenda y la tradición de ese escalofriante lugar que parece sacado de un relato de terror pero se encuentra dentro de la capital mexicana.
Desde entonces miles de personas visitan el lugar para dejar ofrenda en honor de su fundador y hay quienes incluso llegan a pedir milagros a las muñecas.
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