Hoy recibí uno de esos chispasos que le dan a uno cuando menos de lo espera, lo que me intrigo es el gran pánico que le tenemos a los cementerio y mas aun de noche, terror injustificado y ridículo que nos hace evitar una gran experiencia y disfrutar de una gran base histórica escrita en piedra.
Esta la historia de un hombre que atravesaba el camposanto de noche con tanto miedo pero aun mas mala suerte y con el toque de una rama en su espalda murió al instante de miedo...si, se puede morir de miedo, nuestra expresión se vuelve de pánico, perdemos el color y crealo el pelo se vuelve blanco, imaginese el susto que habrá que llevarse para eso.
Imaginemonos este panorama, la planicie de donde sobresalen todo tipo de lapidas, estatuillas bañadas por la luz de la luna, seria algo hermoso, escalofriante pero hermoso se ver así que los que tengan esa oportunidad les recomiendo aprovecharla.
No deberiamos temer, los muertos estan bien guardados abajo y en cuanto a los vivos...ese podria ser el problema, sin embargo nuestro miedo se debe a las creencias impuestas por culturas del norte de America donde se le teme a la muerte y se le saca provecho en octubre vendiendo ese miedo.
Si no se ha preguntado porque se llama camposanto, aqui se lo digo en una simpre frase porque es tierra santa, ahi no hay espacio para el mal aunque si para muchas cosas que no comprendemos y que de vez en cuando nos hacen tragar grueso a la hora de caminar entre las tumbas...mas si es de noche en el cementerio.
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