Era el año de 1978 cuando una joven devota de la Virgen Maria llamada Credonia Mwerinde tuvo una visión que la llevo a dejar su vida en la prostitución para buscar la salvación no solo de su alma, sino que de todas las personas del mundo puesto que ella conocía los horrores que vendrían con el apocalipsis.
Credonia pretendía que los 10 mandamientos fueran cumplidos al pie de la letra, es por ello que funda el Movimiento Para la Restauración de los 10 Mandamientos, el cual incluida tradiciones culturales de su país, Uganda, los cuales combinaba con elementos del cristianismo.
Rápidamente el Movimiento capturo fieles que creían que el fin del mundo llegaría en el año 2000 y seria ese el tiempo límite para dar por concluido su sacrificio, el cual era básicamente desprenderse por completo de abandonar sus pertenencias terrenales.
El Movimiento Para la Restauración de los 10 Mandamientos logró captar alrededor de 5,000 fieles, sin embargo la gran mayoría desertó entre diciembre de 1999 y enero del 2000 puesto que no sucedió nada de lo que se les había enseñado en las reuniones, fue en ese momento donde se comenzó a planear uno de los acontecimientos más emblemáticos y macabros que se han dado con estos grupos religiosos.
La fecha elegida para el sacrificio final fue el 17 de marzo del 2000, ese día se realizó una fiesta, se desconocía cual era el objetivo de la misma fuera del grupo.
Posteriormente fueron encontrados aproximadamente 500 cadáveres de los asistentes dentro del templo, los cuerpos habían sido quemados individualmente, las personas que no asistieron fueron encontradas apuñaladas o envenenadas, se desconoce si fueron asesinados o todo fue de manera voluntaria como los que murieron en el templo.
Haciendo referencia a Génesis 7:16 los asistentes creían que solo quienes entraran al arca (templo) serían salvos, también se selló la puerta del arca mientras los fieles esperaban la aparición de la Virgen para ser salvados de manera simultánea, sabían que la muerte terrenal era un paso necesario para la salvación pero se desconoce si sabían que serían incinerados.
Los suicidios masivos han sido un elemento clásico dentro de estos grupos, sin embargo este por la poca información que se filtró y la crudeza con la que se realizó supera con creces los realizados por otras sectas que han optado por maneras más piadosas o simplemente se han quedado cortas en número, muy por debajo de las cerca de 1,000 muertes en ese triste marzo del año 2000.
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