El caso del las monjas endemoniadas de Loudun es el episodio mas famoso de posesión demoniaca colectiva. Este suceso que marcó la historia dentro del catolicismo tiene su gran protagonista, el incomprendido Urbain Grandier.
Urbain Grandier
Urbain Grandier Nació en Bouère, Francia al rededor del año 1590, fue un sacerdote católico en la iglesia de Sainte Croix en Loudun en la diócesis de Poitiers.
Con el paso del tiempo Grandier fue adquiriendo una fama nada favorable para un sacerdote, la de un mujeriego y fue acusado de mantener relaciones sexuales dentro de la iglesia, Una de las mujeres con las que supuestamente el sacerdote mantuvo relaciones sexuales fue Philippe Trincant, hija del fiscal del Rey de Loudun y quien se encargó de fabricar los eventos que llevarían al religioso a la tumba y a los libros de historia como un personaje oscuro dentro de la iglesia.
La fama de Grandier fue tal que llegó a denunciar una agresión en su contra y fue acusado por inmoralidad y se ordenó una investigación en su contra, misma que fue encabezada por el Fiscal Louis Trincant, quien se encontraba enardecido pues se cree que Grandier es el padre del hijo ilegitimo de Philippe.
En 1630 fue condenado a abstenerse de ejercer sus labores eclesiásticas por un periodo de cinco años en la diócesis y de por vida en Loudun, sin embargo con la inteligencia que le caracterizaba en 1631 logró que la suspensión fuese retirada y regreso a sus labores.
En el año de 1632 fue acusado por haber hechizado a un grupo de monjas ursulinas, a este se le llamó el caso de las endemoniadas de Loudun.
Las endemoniadas de Loudun
Era el otoño de 1632 cuando un grupo de monjas ursulinas comenzó a reportar lo que ellas llamaron apariciones sobrenaturales, estos eventos fueron reportados al padre Mignon, quien señaló como responsable a Urbain Grandier. Se desconoce como el nombre de Grandier salió a la luz pero todo apunta a que Lois Trincant y el Obispo de Poitiers estarían detrás de esta delicada acusación.
El padre Mignon estaba convencido de que se trataba de una posesión demoniaca y remitio el caso a exorcistas de las ciudades de Veniers y Chinon.
Durante las sesiones de exorcismos algunas de las monjas sufrieron violentas convulsiones e hicieron propuestas sexuales a los sacerdotes.
Varias de ellas aseguraron tener sueños sexuales. Juana de los Ángeles, madre superiora y también poseída reveló que Urbain Grandier lanzó unas rosas sobre el muro del convento lo que permitió la entrada de Asmodeo, un demonio conocido dentro del catolicismo como una figura de deseo carnal y Zabulón.
Al enterarse de esto Grandier recurrió al balilío de Loudun y finalmente al arzobispo de Bordeos, quien finalmente ordeno que se detuvieran los exorcismo el 21 de marzo de 1633, posteriormente las monjas fueron recluidas en celdas.
Acusación y muerte de Grandier
Pese a que se ordenó que se detuvieran los exorcismos los esfuerzos por hundir a Grandier continuaron y se presentó un satírico que supuestamente había escrito sobre el Cardenal Richelieu, esto llevó a que Grandier fuera arrestado por brujería y las monjas volvieron a ser victimas de las sesiones exorcistas.
En esta segunda tanta aseguraron estar poseídas por Asmodeo, Zabulón, Isacaaron, Astaroth, Grésil, Amand, Leviatom, Behemot, Beherie, Easas, Celso, Acaos, Cedon, Alex, Naphthalim, Cham, Ureil y Achas.
Urbain Grandier fue interrogado y torturado, sin embargo jamás confesó haber realizado brujería o su participación en lo sucedido con las monjas.
Finalmente Grandier fue declarado culpable sin un juicio y condenado a ser quemado vivo en la hoguera, falleció el 18 de febrero de 1634.
Aunque el caso de exorcismo se considera real hay muchas dudas con respecto a la participación de Grandier, y se dice que la segunda tanta de exorcismos se debió a la culpa que sintieron las monjas al saber que habían sellado el destino de Grandier quien incluso trató de ayudarles durante los agresivos rituales a los que eran sometidas.
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